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viernes, 10 de agosto de 2007

PARASHÁ REE

1- RESUMEN DE LA PERASHA

Moisés expone ante la nación las dos opciones que tienen ante ellos: la bendición y la maldición. La primera provendrá de escuchar y observar los mandamientos de Hashem y vivir una vida orientada hacia la elevación espiritual. La segunda será una consecuencia directa del alejamiento de la ley Divina. Les enfatiza que al ingresar a la Tierra de Promisión deben eliminar todas las estatuas y hasta los árboles que sirvieron para hacer idolatría. Di-s hará morar su Divina Presencia en un lugar de la Tierra Prometida y allí presentarán los hijos de Israel sus ofrendas. Se reitera la advertencia contra la ingestión de sangre. Se enuncian aquellos alimentos que sólo pueden comerse en Jerusalem. Se advierte al pueblo en contra de imitar costumbres y comportamientos de otras naciones; así como de agregar o quitar nada de la Torá, la cual es perfecta. Todo falso profeta que intente alejar al pueblo de la Torá o lo incite a la idolatría, debe ser condenado a muerte. Asimismo debe destruirse toda ciudad dedicada a la idolatría. Se advierte contra las excesivas muestras de duelo como por ejemplo marcarse la piel o rasurarse entre los ojos.
Moisés enuncia nuevamente las clases de alimentos permitidos y prohibidos y también la prohibición de cocinar carne con leche. El producto del diezmo segundo debe comerse en Jerusalem o si es difícil hacer esto, se lo debe vender y con el dinero comprar alimentos que serán comidos en Jerusalem, mientras que en ciertos años se entregará ese diezmo a los pobres. En el año séptimo se cancelarán todas las deudas y Hashem dará su bendición en toda labor de la gente. Todo esclavo hebreo (que se vendió en esa condición para pagar lo que robó) será liberado al sexto año y enviado con una generosa ración de productos, salvo que elija permanecer junto a su amo, dándose las instrucciones pertinentes a este caso; pero en el año del Jubileo, quedará libre. Se describen las tres festividades llamadas Shalosh Regalim: Pesaj, Shavuot y Sucot, en que todo el pueblo hace su peregrinación desde cada lugar de Eretz Israel hasta el Sagrado Templo de Jerusalem, portando una ofrenda.


2- ¿CÓMO ESTÁ TU CRÉDITO?
Un aldeano llamado David fue a la ciudad un día para comprar mercancías a fin de venderlas en su pueblo. Acudió a su proveedor habitual, Iehudá, eligió algunas mercaderías y preguntó si las podía llevar a crédito.
Iehudá revisó sus libros y vio que David no había pagado aún las tres últimas compras hechas en los últimos seis meses. Le dijo a David: "Lo siento pero siempre me dices que vas a pagarme tus viejas cuentas y todavía no lo has hecho".
David prometió enviar el dinero de esas cuentas tan pronto como llegara a su hogar. "Eso es lo que me has dicho la última vez que estuviste aquí", dijo Iehudá. "No te puedo dar nada a crédito nuevamente. Tu palabra, obviamente, no vale mucho". David le rogó a Iehudá pero éste no cedió.
Otro hombre que estaba en la tienda oyó toda la discusión y le dijo a David: "No hay manera de que él te venda a crédito otra vez pero tengo una sugerencia. Compra sólo lo que necesitas ahora y págalo al contado y también paga algo de tu cuenta. La próxima vez compra un poquito más y haz lo mismo. Sigue haciendo esto y, eventualmente, Iehudá te dará otra oportunidad".
En poco más de un mes de ahora, estaremos rezando a Hashem en Rosh Hashaná y Le estaremos pidiendo que nos bendiga con un buen año colmado de salud, prosperidad y alegrías. Hashem preguntará entonces: "¿Por qué He de darte estas cosas a ti?". Nosotros responderemos: "Para que podamos cumplir más mitzvot (preceptos), estudiar más Torá y servirte mejor".
"Me has dicho lo mismo el año pasado y el año anterior a ese", dirá Hashem, "pero nunca has cambiado tu práctica. No has pagado y tu crédito no es bueno".
A fin de evitar esta situación, necesitamos reforzar nuestro crédito por anticipado, antes de hacer más pedidos. Comencemos con pequeños cambios, tales como evitar el chisme y las mentiras, o rezar con un poco más de kavaná (intención, concentración). Entonces, cuando Rosh Hashaná llegue, Hashem estará más receptivo a nuestros requerimientos. En sólo unos pocos días, Rosh Jódesh Elul (principio del mes de Elul) dará comienzo a la cuenta regresiva de treinta días hasta Rosh Hashaná. Si no es ahora ¿cuándo?

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