MAIMÓNIDES
Nació en Córdoba, España, hijo de un rabino que le enseñó el Talmud conjuntamente con otras ciencias como Matemáticas, Astronomía y Filosofía. La familia tuvo que huir cuando tenía 13 años debido a las persecuciones de los Almohades contra los judíos. Deambularon por otras regiones de España hasta 1159 o 1160 , año en que se establecieron en Fez, Marruecos. En esos 12 años se dedicó al estudio e incluso escribió algunos libros; entre ellos “Ma’amar Haibur” (sobre el calendario Judío), “Millot Higayon” (sobre lógica), “Hama’or” (bosquejo de sus comentarios sobre la Mishna) y notas sobre trozos del Talmud de Jerusalén.
En Fez, a la edad de 25 años, Rambam estudia bajo la dirección del Rabi Yehuda Hacohen ibn Shushan. Continúa sus comentarios sobre la Mishna y escribe “Iggeret Hashmad”(sobre la conversión forzada).
En 1165, después que su maestro fuera asesinado por no convertirse al Islam, la familia de Maimónides se escapa y llega a Acre en Israel. Luego de una corta estadía parten a Egipto, estableciéndose primero en Alejandría y poco después en Fostat (el antiguo El Cairo) en forma definitiva.
Gracias a que su hermano David, comerciante en piedras preciosas, proveía su sustento, pudo dedicarse enteramente al estudio, a escribir y a prepararse como líder religioso de su comunidad. Terminó sus comentarios sobre la Mishna en 1168.
Debido a la muerte de su hermano, en un naufragio, se pierde la fortuna de la familia. Este acontecimiento provoca una depresión intensa en Rambam y después de un tiempo decide dedicarse a la medicina para ganarse la vida.
Al comienzo trabaja como simple doctor. En 1177 se convierte en director de la comunidad de Fostat. La fama adquirida hace que lo designen médico de la corte de Saladino, en particular de su visir al-Fadil.
En esa etapa comienza su período más fructífero. Su primera mujer murió joven y el se volvió a casar, esta vez con una hermana de ibn Almali, uno de los secretarios reales, el que a su vez se casa con la única hermana de Rambam. De este segundo matrimonio nace Abraham, su único hijo, que llegó también a ser Gran Rabino.
Durante esos años escribe y envía a su discípulo Yosef ibn Sham’un ,capítulo tras capítulo, su libro “Guía de los Perplejos”. También escribe su famoso “Mishneh Torah” y dos Iggrot(cartas): “Iggeret Teiman” e “Iggeret Tchiyat Hameitim”
En otro ámbito se enfrentó a los Karaitas logrando la supremacía de los Rabinatos del Cairo. Introdujo varios cambios en las costumbres liturgicas, siendo el más radical la supresión de la repetición de la Amidá.
Hasta su muerte continuó su trabajo como cabeza de la comunidad Judía y médico de la corte.
EL FILOSOFO
Fue, probablemente junto con Yehuda Halevi, el más grande filosofo judío del medioevo. En esa época el pensamiento filosófico era , en general, o bien aristotélico o bien platónico. Maimónides sigue los principios de Aristóteles.
Es importante tener en cuenta el ambiente en que surge este personaje, que corresponde a la llamada España de Oro. Ahí se encuentran tres grandes religiones monoteístas; lo que dio lugar, como ocurre en estos casos, a la confrontación de conceptos y experiencias.
El Cristianismo, el Islamismo y el Judaísmo confluyen en la España Medieval, creando para los judíos un marco distinto al histórico, al menos al del período bíblico. En la Edad Media el pensamiento filosófico judío trató de armonizar dos cosas fundamentales: la tradición bíblica y el pensamiento helénico clásico.
La influencia de Aristóteles, que mencionamos, Maimónides la elabora y sintetiza en una originalidad propia . Es considerado exponente de la vertiente racionalista, como lo fue anteriormente Hillel, muy inclinados al helenismo como método de pensamiento. En sus exposiciones presenta sistemáticamente al Judaísmo como una religión de razón.. Sus pruebas filosóficas respecto a la existencia de D’s influenció enormemente a Tomás Aquino.
En parte de sus obras se encuentra el estilo de diálogo propios de Sócrates o Platón, lo que acredita una raíz griega y no sólo aristotélica. Más aún, su descripción de los profetas se ajusta al marco Platónico del rey-filósofo.
Pero lo anterior se refiere al método y nos interesa más incursionar en los temas que preocuparon a Maimónides. ¿Era un filósofo tradicional concentrado en observar la realidad y especular respecto a ella? ¿O más bien es de aquellos preocupados de la vida concreta buscando soluciones a los grandes enigmas del hombre, como estímulos de la acción cotidiana? Sin duda parece pertenecer al segundo tipo, lo que se corresponde no sólo con sus escritos filosóficos sino, también, con sus actividades como médico y como rabino.
De hecho estaba preocupado de la pérdida del perfil judío de su comunidad . Tenía la inquietud de conservar el espíritu judío en los judíos. Le interesaba asegurar a los judíos un instrumento ideológico para permanecer firmemente arraigados a la religión de sus antepasados. Intuía el peligro de enfrentar, por una parte, a un Cristianismo triunfante mostrando un bien elaborado desarrollo ideológico y conceptual, con dogmas fijos y con la autoridad que le da la iglesia. Como sabemos, no hay una iglesia judía. El judaísmo vive, se conserva y se potencia dentro de cada judío. No existe la autoridad de la fe, a lo más una autoridad de la tradición. Por otra parte estaba el mundo musulmán, en el apogeo de su desarrollo filosófico, de gran rigor metodológico y profundidad conceptual. A ello se suma el establecimiento de una cultura desarrollada y sofisticada.
Esta doble amenaza motiva a Maimónides y orienta sus escritos.
En su obra “Guía de Descarriados” o de los Perplejos (Moré Nevujim), sostiene la idea fundamental de que la fe pura y el pensamiento lógico coinciden perfectamente entre sí. Ambos reconocen que existe un solo D’s del cual proviene la creación y ambos aspiran a elevar al hombre al más completo perfeccionamiento. La verdad de la fe y la verdad de la inteligencia no se contradicen una a la otra en los conceptos básicos. Eso significa que pueden andar juntas, si no llegan a la exageración.
Es interesante anotar que para Maimónides la “ciencia de la Ley” es lo que el desarrolla en la Guía, la que es intelectualmente superior al estudio legalista de la Ley, que corresponde a lo desarrollado en la Mishne Torah.
En la doctrina de Rambam el hombre es, naturalmente, creación de D’s , aunque una creación particular donde la criatura es colocada en medio de este mundo teniendo como modelo precisamente a su creador y tratando de convertir la acción de su conducta en un instrumento de cooperación con el creador, en la dirección indicada por el creador. En la idea de que el hombre es creado a la imagen y semejanza de D’s está garantizada la diferencia entre ambos. En consecuencia no hay ningún indicio de Panteísmo, estando asegurada la dependencia ontológica del hombre respecto a su creador. Pero para que el hombre no sea sólo un simple elemento de la naturaleza regido por las leyes mecánicas, fijas e inmutables, tiene que estar dotado de un poder, no corporal sino espiritual, que Maimónides sitúa en la voluntad y que metafísicamente se expresa por la libertad. Sin esta libertad el hombre no puede ser un colaborador de la creación del universo.
Este poder, que incluso lo puede hacer ir contra su creador, garantiza en el hombre algo que de otra manera no podría ser: garantiza la responsabilidad de sus actos.
ACERCA DE SUS ESCRITOS
Además de las notas insertas en el texto central, agregamos aquí comentarios respecto a algunos de sus escritos que nos parecen interesantes:
o Mishneh Torah. (Repetición de la Torá o Segunda Torá)
Es una codificación por temas, en 14 volúmenes, de todos los argumentos talmúdicos, de las responsa y delas costumbres desarrolladas a través de los años en el mundo judío-hispánico.
Escrito en Hebreo de manera simple, permitió que la halajá quedara al alcance de todo el que quisiera leerlo. Este libro es el primer Código de la Ley Judía. Tuvo un éxito notable y se conoce de la publicación, sólo en el s.XV, de al menos 6 ediciones, 4 en la Península Ibérica y 2 en Italia.
Como en la numerología hebrea el número 14 (cantidad de volúmenes de la obra) se escribe con las letras “iud” y “dálet” (YD), se lo llama también YaD (mano).
Rambam incluyó secciones sobre medicina, metafísica, astronomía y ciencias y una extensa sección sobre el Mesías, con argumentos que probaban que las creencias, tanto Cristianas como Musulmanas, estaban erradas. Otra sección estaba dedicada a la tzedaká, donde establece 8 niveles de virtuosidad en la manera de dar.
o Moreh Nevujim ( Guía de los Perplejos)
Se demoró 10 años ( la terminó en 1190) en escribir ésta, la que consideraba su obra más importante. Escrita en Árabe, es un libro brillante de filosofía Judía, aunque no es de lectura simple ya que su intención era que fuera entendida por filósofos capaces de asimilar su método. Es así, que por más de 800 años los judíos han estado discutiendo sobre lo que Rambam realmente quiso decir.
Trata, fundamentalmente, acerca de la naturaleza de D’s y la creación, el libre albedrío y el bien y el mal.
Maimónides plantea que nada puede decirse con certeza respecto a D’s. Entre otras cosas deshace el aparente antromorfismo del lenguaje bíblico para revelar la lógica subyacente de la perfección absoluta de D’s. Todo lo que puede decirse acerca de Él es a través de aseveraciones negativas, es decir, enunciamientos de lo que no es.
Algunos de sus planteamientos desataron una amarga controversia. Sus detractores lo acusaron de herejía. En muchas comunidades Judías éste libro fue prohibido. En Francia los monjes Dominicos, que dirigían la Inquisición en ese país, lo quemaron debido a las denuncias de algunos rabinos . En otras comunidades trataron de proteger a su impresionable juventud de la Guía, disponiendo que sólo los mayores de 25 años podían leerla, ya que las mentes jóvenes podían malinterpretar su significado y corromperse.
Desde otra óptica sintetiza los pensamientos Judío y Griego y los compatibiliza.
Definitivamente, la Guía fue el libro Judío de la Edad Media de mayor influencia continuando hasta hoy día las discusiones respecto a su significado e implicaciones.
o Sefer ha-Mitzvot (Libro de los Preceptos)
Es una compilación de los 613 preceptos que se mencionan en la Torá
o Escribió además numerosos comentarios, cartas y responsa.
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